jueves, 24 de septiembre de 2015

Érase un alma que vagaba feliz por un mundo perfecto...

Érase un alma que vagaba feliz por un mundo perfecto. Como todo ser humano, tenia unos amigos que le acompañaban en su vida y una familia donde sentirse acogido, pero las cosas cambiaron de un día para otro... Este alma feliz, para su propia desgracia, presentaba unos valores considerados por muchos (aunque pertenecientes a pocos) bondadosos. Tenia un cierto espíritu de la lealtad, la amistad y ante todo la sinceridad. Séase pues que un día se vio obligado por su estúpida conciencia a elegir entre el grupo de amigos que aún tras tantos años duraba, o un amigo al que decidieron dejar de lado por mentiras y conveniencia. Y esta fue la decisión que le perdió.

2 comentarios:

  1. Muy profundo pero no sé, me hubiera gustado leer un poquito mas, igualmente enhorabuena¡

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    1. Gracias! Intentaré explayarme más en las entradas, aún así, en el blog ya hay unas cuantas ;)

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